Plato de ducha de obra

Siguiendo con el post sobre platos de ducha (tenéis el enlace aquí) hoy os traemos los platos de ducha de obra. Los platos de ducha de obra han sido cuestión de evolución.

Antes los cuartos de baño tenían grandes dimensiones, ya que se necesitaba mayor espacio por el tamaño de las bañeras. Actualmente los cuatro de baño tienen un mayor protagonismo en nuestro hogar, pero también tienen una menor superficie.


La ducha de obra es una solución a medida para cualquier tipo de baño, puesto que se adaptan en tamaño muy fácilmente y tienen una enorme versatilidad. Son una alternativa fiable y muy original y cuentan con ventajas tanto en el aspecto decorativo como en el aspecto funcional. Alguna de ellas, son:

- Al no depender del aspecto estético de un plato de ducha ya fabricado, tenemos la opción de personalizarlo 100% a nuestro gusto. A través del diseño podemos determinar la forma, el acabado y adaptar todo al tamaño de nuestro baño.

- Podemos trabajar con multitud de acabados y materiales, como la cerámica, resina, piedras, acrílicos, etc.

- La mayoría de ellos, al ser una continuación del suelo no hay ningún tipo de problema en cuanto la accesibilidad a él. Es más podemos instalarle barras de apoyo, asientos especiales, etc.

- Se aprovecha mejor el espacio del baño.

- Su instalación es sencilla, siempre y cuando la realice un especialista.



Cosas que se deben de tener en cuenta a la hora de realizar un plato de ducha de obra:

- El desnivel del suelo: Este aspecto es muy importante. Se debe de tener al menos un 2% de inclinación para que el agua vaya hacia el desagüe y no salga del plato o se quede estancada.

- La colocación de los acabados: Otra cosa a tener muy en cuenta. Una mala colocación, ya sea gress u otro tipo de revestimiento, puede estropear toda la reforma del baño.

Los acabados que más se utilizan como suelo de ducha son:

- Azulejo tradicional (gress porcelánico) 5x10 cm.

- Microcemento

- Piedras de río

- Baldosa de cerámica



Otra cosa que se debe tener en cuenta también es el tipo de desagüe que se va a poner, por ejemplo:

Tenemos el desagüe central, que es el más común. En contra tiene, que para que el agua vaya hacía el desagüe, debemos generar una inclinación de todo el plato hacía el centro para la correcta evacuación del agua.

Otro tipo de desagüe sería la rejilla longitudinal. Este tipo de desagüe funcionan muy bien, ya que existen diferentes medidas y se pueden adaptar muy bien a los diferentes tamaños de plato de ducha. Lo bueno de este tipo es que la inclinación solo se debe de hacer en el extremo contrario, para dar caída al agua.

Encontramos también el sifón de ducha en la pared. Esté está situado en el interior de la pared, de manera que el suelo se transforma en una superficie sin obstáculos. De esta manera evitamos el tener que perforar el suelo o levantarlo y a su vez ganamos en confort al eliminar la posibilidad de tener que pisar el desagüe durante la ducha.